TÍTULO: ESTATUA ECUESTRE DE MARCO AURELIO.
TIPO DE OBRA: Escultura Ecuestre Romana.
AUTOR: Desconocido.
CRONOLOGÍA: Siglo II (hacia el 176 d.C.).
ESTILO: Romano Imperial, de gran influencia helenística y etrusca.
LOCALIZACIÓN ACTUAL: Palacio de los Conservadores del Museo Capitolino (Roma).
La estatua ocupó desde 1538 a 1981, el centro de la plaza del Capitolio por decisión de Miguel Ángel, que fue quien proyectó dicha plaza.
FORMA: Bulto redondo en actitud ecuestre.
DIMENSIONES: 4,24 x 3.87 m . Altura del caballo 3,52 m .
TÉCNICA: Fundición y vaciado del bronce.
MATERIAL: Bronce dorado.
TEMA: El Emperador Marco Antonio sobre su caballo. El tema principal es el poder y la grandeza divina, mostrándose como un señor de la tierra, siempre victorioso y conquistador. Máximo signo de poder y grandeza.
ÉPOCA HISTÓRICA: Marco Aurelio “el sabio” reinó desde el año 161 al 180. Era un hombre culto y conocedor de la filosofía. Este es el único retrato ecuestre que se conserva porque en la Edad Media se confundió su retrato con el de Constantino, por eso fue evitada su destrucción.
DESCRIPCIÓN GENERAL: Marco Aurelio viste el manto de soldado sobre la túnica con cinturón y extiende el brazo en actitud de saludo mientras dirige la mirada hacia lo lejos. El robusto caballo levanta su pata derecha, asienta firmemente en el suelo otras dos patas y deja que la cuarta roce con el borde del casco. Por un lado el caballo desprende fogosidad y fuerza con su espíritu marcial, mientras la figura humana, desprovista de armas y armadura, adopta una actitud de desprendimiento estoico, más acorde con un portador de paz que con un héroe militar. El emperador Marco Aurelio se presenta a lomos de un caballo. Esta imagen tenía como finalidad mostrar al emperador como un señor de la tierra siempre victorioso y conquistador. Sin embargo, al no llevar armas o armadura, Marco Aurelio parece transmitir más una imagen de paz que de héroe militar, tal y como él se percibía a sí mismo y a su reino.
MOTIVO: Las esculturas ecuestres eran símbolos de poder político, quien era otorgado con este cargo debía tener autoridad y razón para guiar sus decisiones sobre el pueblo.
